En de resulta que las monjas, al memos las de este rancho, no son tan buenas como deben de parecerlo, al menos en este rancho. Eso después de la que le gastó a «La Hirbas» el martes que no fue otra que hacerle volver a un cliente de esta cuando ella entrara a las 10.30 del Miércoles. ¡Tiene suerte encima! Las hay con estrella, en el culo, y padrino también. Todo sea dicho. Y es que hay que predicar con el ejemplo y no con lo de «Haced lo que yo digo pero no hagáis lo que yo hago» Y a sin es la buena señora. Por lo demás, la semana ha transcurrido con relativa normalidad. Sin mayor sobresalto, toco madera. A cada uno lo suyo.
Hago lo mío y ya puede desbordar la «damier, ya puede rezumar las aguas pestidas por el horizonte que no me va a afectar.
Nada mas at the present.