Entrando estoy en un pequeño fondo , dentro de la cueva, veo un entrada pequeña, un camino estrecho que agobia, aprietan las paredes , el techo punteagudo se caerá de un momento a otro, cualquier momento, no es facil predecirlo, no tardará mucho, pues puede ser en cualquier lugar del sendero, estrecho sendero hacia el final, hacia un lejano precipicio de pendiente acusada sin posibilidad de subirla, esa solo se puede caer. Te puedes volver, mirar atras, girar la cabeza, pero no tienes remedio. En el fondo puedes ver el Oceano, el mar, un abismo el fondo de una catarata, pues todo eso fluye hacia otro lugar, no puede ser un pozo pues de ahi no se tiene la salida que hay en los otros lugares. Es una salida hacia el descanso eterno , hacia el otro mundo. ¿Que mundo ? Se preguntaran algunos… Quien sabe si de allí no ha visto nadie, nadie te puede decir si es azul, verde, morado, de nubes , a cuadritos o está Patrick Swayze esperando, Hommer o el mismisimo Generalisimo dando revista a las tropas. ¿Cuando acabará este «via Crucis»? No lo se, dimelo. Ahora solo quiero estar solo, sin hablar con nadie, pero eso no lo entienden muchas personas pensando que tienen la obligación de darme conversacion para animarme y lo que hacen es «fastidiar mas el tema».
Es el «abismo de Helm» del que se sabe el final , ya lo he visto , y no es bueno, ahi perdemos los buenos.
Las pastillas no hacen el más minimo efecto, parecen gominolas, pues me las puedo tomar de 2 en 2 , y como si nada. Tal si caeria un vaso de horchata, solo sacia la sed, y nada más.
Y ahora después a aguantar a la colla de «desfaenats». Directores de ranchos y demás letrados en las mas diversas ciencias.