Aún recuerdo el tiempo cuando los duelos de los siglos XVI o XVII, se resolvían a vida o «muettte». Solo uno contaba la victoria, consiguientemente, tenía la razón. Todo ello al amanecer, ¡Vaya manera más tonta de pasar sueño y de morir también !
Se lo tomaban muy a «pechos», ya que era habitual que fuera por una dama.
No por una dama sino por por un descerebrado personaje real, trata éste pequeño cuento, ocurrido en este siglo. Ójala hubiera sido en los años del Gran Capitán, Pizarro o Hernán Cortés.
Al igual que esos siglos citados, este cuento no tiene edad en la realidad aunque los protagonistas sean ya talluditos, con sus pelos equitativamente repartidos por todo el cuerpo, pero de mente justa. Pues estan ya en el estado mental de la antigua EGB (ahora ESO), de formar equipos para pegarse con los de la otra clase o del colegio.
Tambien se puede aplicar la famosa frase:»O conmigo o contra mi». Que parece ser, y realmente creo que es, el pensamiento de estos individuos, enemigos acérrimos en años anteriores con odio, malas palabras y mucho desamor entre ellos. Cambiando ahora a una versión intima y pregonera de su diario de actividades dia tras dia, cuando ya han ocurrido. Queriendo involucrar a otros en su «lucha» contra el «malo de la película». Y hacen como este malo malísimo, las dos partes enfrentadas emplean las mismas tácticas, si hablas con ellos no te dejan que seas neutral, eso es como irse al bando enemigo.
De todos modos estos no tienen solucion a corto plazo ni se le espera, ya sus decayentes neuronas, con el tiempo abducidas por el enemigo virtual que se han fabricado, no pueden recuperarse. Han entrado en su bucle y ya vuelven, y vuelven a lo mismo con la clásica máxima de Julio Cesar: O con Roma, o contra Roma. Continuando este teatro dia a dia, con escaso publico, solo con su enemigo.
S.c.