Date una vuelta por los distintos barrios de la ciudad, y en un día como hoy reconoces, rápidamente, donde viven los ricos y los pobres. Que no indigentes, porque tienen lugar donde aposentar la cabeza.
Aunque con eso del “derecho a la vivienda”, algunos lo confunden con la “obligación de poseer una vivienda”, aunque no sea de su propiedad. Así está el tema.
Esto es proporcional a encontrar lugar de aparcamiento en este mes de calor clásico. El agarrotamiento de supermercados playeros, secciones de la seguridad social costeras, y demás lugares de incesto playeros. Las costumbres , estas al menos, no han cambiado en los últimos años. Acompañadas de la bajada de ganas de trabajar, buscar empleos, y demás sufrimientos de los que se obtenga beneficio rápido, o productividad.
Nada, lo de hoy fue causa de una inspiración nocturna de la foto en cuestión, ni de verbenas ni festivales veraniegos (siempre llenos). Para vicio siempre queda algo, los ricos en vacaciones y los pobres a rozarse en los festivales playeros anuales.