Como no espabilen los nuevos raperos y similares que pululan por estas tierras, mal vamos.
Muchos derechos y pocos deberes. Derechos para tener lo ajeno, todos, para generar riqueza propia, ninguna, el sudar se va a acabar, como decía el anuncio. Derechos para respetar la vida propia, los quieren todos, para respetar la vida ajena, ninguno. Todos tienen los miles de derechos imaginables y por salir, pero a la hora de acachar el lomo, pocos, poquitos se acachan, y cada vez menos. Hasta el punto puede llegar a creer que la pechuga empanada crece ya así en las granjas. Desde eso hasta la predicción del tiempo, no tienen remedio, ¿O sí? No, mientras les den migajas con las que puedan pasar la semana, antes era a costa de la pensión de la abuela.
Desde luego con lo de la mili se les quitaba la tontería de no pegar ni chapa en todo el día pegados al porro y la PlayStation, mientras papà estado les va dando para pasar el fin de semana o en el kebab-bar de turno. ¡Me cagüen tooooo!