Me parece ni que con ese título se me quitan las ganas de dejar este espacio terrenal. La foto hace justicia, a las gominolas que me están obligando a tomar ahora, como si me tomo 20, es como chicle para el dolor de cabeza, res , «ni fu ni fa», como hacerle «una pa… a un mu….» , valga la vulgaridad. Y es que ir a un charlatan de esos que solo entran ya te está dando la razón, más pastillas y «vuelva Ud, dentro de 3 meses a ver si se ha muerto ya y me deja en paz con sus tonterias», la verdad es que no me apetece ir, no creo en ellos. Es una de esas profesiones que más salidas profesionales tiene según el indice de palabreria barata que tenga cada individuo que la ejerce. Y eso que desde el servicio veterinario que tenemos en el rancho ya me han mandado «la boleta para ir» Enseguida la veterinaria titular de ese rancho se quita el problema de encima. Te da un papelito gris para ir al loquero y ale, y tema menos y «haber si me dejais en paz, pensarian en el rancho veterinario» . No se si apareceré por allí y le contaré cualquier cuento chino para que me deje en paz.
Del servicio veterinario del rancho , queria hablar, lo último es , darte paracetamol, debe de estar de oferta este mes, pero del «hacendado» , no sea que tengan que gastarse algun € en comprar medicinas de verdad y se hernien en el esfuerzo. Que rancho más inutil y que soldadas mas mal pagadas, aunque sea que a veces salen a pasear por atender a algún mayor que se ha desmayado o anorexica que lleva todo el dia con un choleck.
Desde que se fueron los 2 ayundantes de ese rancho , ese lugar lo podian cerrar y poner una maquina que dispensara :Paracetamol, Ibuprofeno, Lexatin, tiritas, 3 en 1 (para las luxaciones), y Quina San Clemente. Ganariamos tiempo y dinero.
Y sino que se lo digas a «la de la Obra» que la hicieron ir en plena gripe , «por si no era verdad», cosa que no conozco a nadie que se lo habian hecho anteriormente, peeeeeero como habia pedido el puente de Semana Santa y no se lo habian dado , ya se creian las mentes calenturientas, porque seguro que fueron ello, los de la Santisima Trinidad, los que promovieron o dejaron caer a la Veterinaria que comprobaran su estado de salud. ¡Vamos que me juego la mano derecha y no la pierdo!

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